miércoles, 9 de noviembre de 2016

A una princesa (X)

Pequeña,

Cada vez voy conociendo un poco más de tu mundo, me voy acercando un poco más a tu hermosa torre y no hago más que soñar con tu dorado cabello... llegará el día, te prometo, que llegará el día en que te vuelva a ver. Mientras tanto, te tengo que contar más cosas de este mundo, de este viaje al que llamamos vida o de este pequeño rinconcito de una de nuestras historias.

Muchas veces, te he comentado que no entiendo muchas cosas, intento darte lecciones, aplanarte el camino para que, cuando te lleguen las cosas en la vida, estés medio preparada, o aunque no este contigo, puedas ponerte en mi piel y pensar que haría yo o que consejo te daría. Pero esta vez te quiero hacer una pregunta y quiero que intentes darme una respuesta, pues no lo entiendo, y por más que lo intento... no consigo que me entre en la cabeza. Esboza un dibujo y explícamelo.

Solo tenemos una vida, al menos que nos podamos acordar ¿Porqué hemos de malgastarla?, entiendo que hay normas, cosas que cumplir para que todos podamos vivir en ""paz"" ... Pero porqué existen esas preguntas de ¿Cuando tendrás novi@? Una vez que lo tienes, ¿Cuando te vas a casar?, una vez te casas ¿Cuando el hijo?... O alejándonos de un mundo del que no entiendo, el amor... también pasa en muchos otros campos, desde pequeño ya te están diciendo ¿Qué quieres ser de mayor? Cuando has crecido un poco más ¿Que vas a estudiar? Sigues y... ¿Donde vas a trabajar?, parece ser que todo en esta vida esta compuesto de decisiones y obligaciones, y estas tienen que ser las correctas, hay que crecer, estudiar, trabajar, jubilarse cuando ya no puedes con la vida, terminar en el mar del Etre.

No entiendo dónde se quedó la odiosa frase de Carpe Diem, cuando dejamos de vivir para ser. Es lo correcto, es lo incorrecto, hay que hacerlo, no lo hagas... todo el rato, todo el día. ¿Porqué no podemos volar? ¿Porqué tenemos que tener compromisos? Y si hoy me levanto y no quiero seguir a Daeis y si hoy me quiero desviar a Feires... ¿No puedo? ¿Quien no me lo permite? y la gran eterna duda ¿Quien decide entre lo que está bien o está mal? ¿Quien dice lo que hay que hacer? ¿Quien dice que la mala vida es la del Pirata y la buena la del Rey? ¿Porqué tenemos que seguir en la cosecha de piñas de mar, si no nos gusta?

No te digo que hagas todo lo que te dé la gana, esta claro que somos personas y convivimos con otras personas y siempre (aunque a muchos ogros se les olvida) hay que pensar también en los demás (Este tema ya lo tratamos hace tiempo, asique no voy a hacer incapié). Pero creo que yendo con la verdad por delante, hablando, dialogando y conversando, siempre se puede llegar a un acuerdo, un punto conciliador para que tú puedas seguir tu camino, sin llegar a molestar o, más mal dicho, a joder a los demás.

Total, seguro que no he expuesto bien lo que te quería decir, y también me olvido de cien mil matices, polémicos y por los cuales se puede derrotar mi teoría. Pero no quiero conformarme, no quiero vivir la vida que todos viven, quiero vivir mi propia vida, mi propia historia. Estoy harto de ser una oveja más que sigue al pastor, quiero ser el pastor, el único, el que vivió su historia. Muchos dirán que esto lo digo ahora porque tengo techo, bebida y comida, pero prefiero trabajar de dentista de dragones salvajes que vivir un solo día más viendo como me quedo sentado en el sofá, esperando a que pase toda mi vida, odiando lo que me apasiona y apagando esa llama un poquito cada vez, hasta termiar por aborrecerlo o volverme loco. Ser  YO y nadie más. Ser el Lobo Alfa de mi propia manda formada por mí, no responder a aullidos quemados, alejados y silenciados.

Y lo que menos entiendo de todo esto, es como Waldrof el tabernero, no deja ese lugar lleno de borrachos y se pone a entonar los dulces trovares que nos tienen a todos soñando con criaturas nuevas y dulces sirenas. ESTABILIDAD, COMPROMISO... ¿Cuántos más palabros detesto? y lo siento, lo siento si este pensamiento es irresponsable, o incoherente, o whatever, pero no quiero ser de esas personas que llegan a sus quinientos treinta y siete años y se arrepienten de no haber hecho lo que quería de jóvenes, de seguir sus sueños (por cursi que suene). Voy a terminar lo que he empezado, por empezarlo y acabarlo, pero prometo, juro y perjuro, que es la última vez. La última oportunidad. No quiero y puede ser fruto de mi Tauril cabezonería o de mi inconsciencia juvenil o de mil trescientas cincuenta y siete razones más, pero quiero ser feliz, sentirme completo y como dicen por ahí, ser la mejor version posible de mi persona, disfrutar de mi pasión, tener ganas de levantarme cada mañana, sonreirle al sol y que me devuelva esa sonrisa, llegar a casa y tener energias para cantar, bailar, crear o disfrutar viendo el atardecer.

¿Es una útopia? ¿Estoy loco? ¿Es imposible? ¿Es dicharachero? ¿Es tremendamente erroneo? ¿Es posible? ¿Cual es el camino? ¿Es realista? ¿Es un cuento? ¿Es lo que nos quieren hacer creear a los Lainelim? ¿Qué? ¿Porqué? ¿Porqué no? ¿En qué momento? Y asi sigue la lista, hay una por cada estrella que observo cada noche, les pregunto y no obtengo respuesta... No se... Lo se...

Hecho un lío, sin saber bien que te he dicho, que te he preguntado o si es lo que realmente te quería decir y cansado,

Te quiere y siempre te querrá,

Piter

jueves, 14 de abril de 2016

cosas de hermanas, supongo.

Echemos la vista atrás, unos 18 años. Lo mejor que podía pasar, era encerrarme en la habitación de los juguetes con mi hermana. El tiempo se detenía, y en cada resquicio de esas cuatro paredes, lo único que se respiraba, era un mundo totalmente diferente. Lo único que podía existir, era lo que nuestra imaginación nos dictara. Y tenían que venir tus padres, a sacarnos de ese cuartucho para que nos fuéramos a dormir, porque si fuera por nosotras, estaríamos eternamente en ese tiempo detenido. ¿El dinero del monopoly? Me río, los mejores billetes eran los que imprimíamos en nuestra propia casa, podíamos comprar desde un bote de Actimel en miniatura, hasta el ordenador más chulo. Os quiero hablar de este último objeto, puesto que, no era más que una simple libreta en la que cada página te abría un nuevo mundo lleno de posibilidades, desde diseñar ropa, a ser médico, a hacer la compra. Cada página con su marcador y perfectamente señalizado en el súper escritorio al que no se le podía cambiar el fondo. Otro objeto digno de mención, era aquel al que fueron a parar todos nuestros ahorros. Una caja de supermercado, que leía los códigos de barras (y de cualquier cosa que pusieras encima), la cual te decía el precio totalmente aleatorio de cada producto. Junto con ella, compramos un lote de productos reales en miniatura, que es lo mejor que he tenido en mi vida. El paquete de café, contenía granos que al contacto con el agua, esta, se volvía marrón. Y los mini Petit-suise... arrrrrgggg, era lo que más ilusión nos hacía en el mundo, junto con los sellos de animales y las Barbies, supongo que... cosas de hermanas.

Dejemos una de las mejores épocas para adentrarnos en otra diferente. Echa la vista solo diez años atrás. Puta adolescencia. Los juegos se convirtieron en peleas y gritos. Pocas otras cosas sabíamos hacer juntas. Bueno, siempre quedaran las cenas en las que acabábamos tiradas por los suelos de la risa, junto a tu padre y a tu madre. Cosas de hermanas, supongo. No voy a entrar en más detalles de esa oscura etapa, porque mi Fotolog ya es lo suficientemente duro como para seguir explicándola.

Bien, ahora que ya estamos en el presente... ¿Te has saltado muchos años?, os preguntaréis, y es que se me ha olvidado el momento en el que te convertiste en el máximo apoyo. Empezaste queriendo que saliera de fiesta con tus amigos, me integraste en el grupo de las primas, te enfrentaste a una chica que se metía conmigo... cosas de hermanas, supongo, Hace poco, me mandaste un Whatsapp, pidiéndome perdón por todas las peleas de pequeñas, y  me he dado cuenta de que yo también te tengo que pedir perdón por muchas cosas... como tirarte un vaso de Colacao en la cabeza (solo el líquido, no os preocupéis), mis cabreos una vez al mes, gritarte de todo a la cara porque la confianza da asco y llamarte algo que nunca he pensado que fueras. Pero lo que más tengo que hacer es darte las gracias. Simplemente por estar, por quererme, por ser mi buscador de soluciones favorito, por preocuparte por mi, por abrirme camino... ya hice una lista de estas cosas en un cumpleaños tuyo, por lo que solamente me queda decirte una cosa más:

ERES LA HERMANA MÁS MARAVILLOSA DE TODAS LAS HERMANAS DEL MUNDO.... me cago en los Power Rangers.

Y a día de hoy, eres de las pocas personas con las que puedo contar en cada segundo de mi vida. La única que, cuando la llame, en vez de decirme lo que quiero oír, me va a buscar soluciones. La única, a la que le dejo un cachito de mi cama cuando aún estoy medio dormida, simplemente para hablar. La única que me da consejos de patinaje y hace que la pasión siga viva. La única que sabe todo lo que siento. La única que sabe ser fuerte, cuando nadie más lo puede ser. La única que me hace ser fuerte, cuando todo se me viene encima. Pero sobretodo la única, a la que quiero llamar hermana. Muchas veces dice que te copio, y he de admitir que es verdad. Eres todo un ejemplo a seguir, y de mayor quiero ser como tú.

También sé, que estas cosas te dan un poco igual, pero necesitaba escribirlo aquí. GRACIAS.

P.D.: Purpurina por doquier, y me da igual, porque te quiero.
P.P.D: Aunque nunca olvidaré que intentaste asesinarme con un Chococrispie. 

lunes, 18 de enero de 2016

[RANDOM] No creo

Me he dado cuenta que hace mucho que no escribo algo random, es decir, me he centrado en 'Cartas a una princesa' y 'Diario de abordo' y me he propuesto un objetivo... escribir una vez en semana, aunque sea algo random.. asique... empezamos... 

- No creo en el destino
- Perfecto, porque yo no creo en las casualidades

En un momento se miraron a los ojos, se fueron a un lugar en el que solo estaban ellos dos. Se dejaron llevar por la situación. Tenían claro que uno de los dos estaba equivocado, pero no era momento para averiguar cual.

No fue un beso de los de hacer "POP" y levantar una pierna (como bien explican en Princesa por sorpresa), ni siquiera fue algo especial. Pero en ese momento, justo ahí, ella se sintió libre. Ella tenía la última palabra, la decisión final, ese era su momento y nada podía impedírselo.


- Yo no creo en las buenas decisiones
- Ni yo en las malas...