martes, 11 de septiembre de 2012

Gracias

¿No lo ves...? ¿No te has dado cuenta...?... Mira bien. No me ves nada diferente de ayer a hoy... Que si, fíjate bien... Por ahí vas mal, no me he cortado el pelo, ni me he echado mechas... no tampoco me he cambiado el flequillo. Venga fíjate bien, eres tan inteligente como para darte cuenta, no llevo unos pantalones nuevos, ni una camiseta... Los pendientes son los de siempre, esos de cocos que me compré en La Manga... Venga, sé que puedes, no te voy a dar ni una sola pista. Creo que eres lo suficientemente detallista como para darte cuenta.
Mis dientes siguen siendo lo mismos de siempre, no me he puesto ningún aparato desde aquel fallo con los pequeños braquets. Tampoco he cambiado de colonia, ni siquiera me he puesto colonia, como casi siempre. Eres capaz de decirle a una chica millones de cosas bonitas con solo verla una vez y recordar su color de labios con solo verla de lado, ¿y no te puedes dar cuenta de lo que ha cambiado en un día en mí? Venga... que se que sí puedes, fíjate muy muy bien, de verdad no ves nada diferente...

Ayer fue un día muy importante, ayer me di cuenta de que no podía seguir con este desastre. Ayer te miré fijamente a los ojos y me tembló todo el cuerpo. Estuve durante horas observando tus ojos, esos para nada especiales... jajaja ¿Qué más? Ayer, te vas a reír... pero ayer me di cuenta de que tienes la sonrisa mas bonita del mundo, ¡no te rías!, es verdad. Ayer me dijiste unas palabras que me hicieron pensar... tengo que empezar a ordenar mi vida, a hacer las cosas con cabeza... bueno, mas bien perdiéndola, como tú. Debo luchar por lo que quiero, por aquello que quiero ser y que he soñado durante años. Y gracias a ti, toda esa muchedad que se había quedado por el camino, la he recuperado de golpe en un segundo. Y esta diferencia, esta "chispita en los ojos", como diría mi abuela, te la debo a ti. A tus idas de cabeza y a aquel movimiento de varita que solo tú consigues hacer, ese hechizo que, con solo oír tu nombre hace que me tiemble todo el cuerpo y me sienta una niña de catorce años.

¡¡¡No pongas esa cara!!! no te pienso jurar amor eterno, ni pedir que nos casemos mañana. No pido que vayamos paseando de la mano, ni siquiera que lo intentes. Solo te pido que sigas estando ahí, que me dejes seguir yendo a verte con cualquier excusa tonta. Y que me des la chapas todos los días que quieras, que me enseñes lo que sabes y si se puede, que me dejes enseñarte algo que tú no sepas. Solo te pido, que aunque solo nos hayamos visto seis veces en la vida, sigas siendo aquel idiota que me dio su tarjeta en una tienda de fotografía y me dijo que yo valía para esto.

Gracias por haber encontrado algo que llevaba meses buscando.