lunes, 30 de noviembre de 2015

A una princesa (nueve)

Pequeña,

Pocas noticias me llegan de ti. Escasas, algunas modificadas por las bocas que han ido recorriendo. ¡ Dios ! Lo que te echo de menos. Ayer escuche los nuevos rumores, y estos no me han dejado indiferente. ¿Que puta es la vida no? Estas jugando con tus muñecas y de repente te encuentras en un barrizal, buscando una enredadera que haga de liana para sacarte de ahí.

Pequeña, te he contado muchas historias en este tiempo. He intentado prevenirte de los porvenires de este mundo, he intentado  hacerte fuerte, crearte una coraza ante las adversidades. Pero tú eres así. No hay nada que te vaya hacer cambiar y eso me aterroriza. No quiero que te hagan daño,no quiero que derrames más lágrimas por nada en este mundo ( a no ser que sean por estallar de risa). A la vez que no quiero que pierdas tu muchedad, eso que te hace diferente del resto del mundo.  Y ahora que hago... ¿Que te digo?

Disculpa las palabras que vendrán a continuación, pero de buena eres gilipollas. Sé que estas palabras no van con mi vocabulario y que decirle esto a mi pequeña princesita quizás no es lo más correcto, pero así de p___ es la vida. Aprende a defenderte, aprende a decir que no, aprende a hacerte respetar y, sobretodo, aprende a ser tu y a los demás que les den por saco. ¿Cuanto más vas a aguantar? ¿Vas a estar así toda tu vida, cada vez que te giras te van a dar una buena colleja? Me niego rotundamente, me abstengo y me impongo a esa premisa. No sé, te prometo que no sé como hacer que esto vaya en otra dirección, pero te juro que estoy intentando averiguarlo. 

En toda esta aventura, llena de altibajos, de cosas buenas, malas y mediocres. He llegado a la magnífica conclusión de que a la gente le importa más su ombligo que muchas otras cosas. Cada cual piensa en sí mismo, y si por el camino tiene unos pocos daños colaterales, los evaluará y decidirá lo que más le merece la pena. Sé que esto es difícil de entender para ti, ya que el ultimo ombligo del mundo por el que te preocupas es el tuyo, antepones. Pero asume, aprehende y creé te esto que te digo. Por mucho que hayas vivido rodeada de hadas, princesas y unicornios, ellos son demasiado buenos, por eso los humanos no vivimos en los mundos que ellos (y tu) viven. Nuestro egoísmo no nos permite volar hasta donde tú estas. 

Te prometo amor, que te escribiré pronto con la solución a tus problemas. Prometo hablar con los sabios de los 7 reinos, con las brujas mas malas y con la más mejor hada madrina, si hace falta para encontrar algo que resuelva esto, mientras tanto, levántate cada día y cree te siete cosas imposibles, sueña con ellas y disfruta de la vida. No te vayas a ir a dormir sin pensar que ese día has sido la mejor versión de ti mismo y el mejor día de tu vida. 

Te quiere y siempre te querrá

Piter