miércoles, 13 de abril de 2011

Carmesí.

Se miró en el espejo. Puso su color rubí en los labios. Los ojos negros, oscuros como la noche que la esperaba fuera. Coqueteo un poco delante del espejo, se plancho un par de mechones del pelo. Se subió a sus tacones y salió preparada para romper la noche a cada paso, para arrasar con todos los que se le pusieran por delante.

Los tacones dolían, la música sonaba, y sus rubíes se iban desgastando como la suela de los zapatos. Guiños de ojos, miradas coquetas y bailes que atraían todas las miradas. Se sentía la reina de la noche, no paraba de bailar, la música envolvía cada recoveco de su cuerpo y por mas que el sol quisiera salir, ella no le dejaría.

Copa tras copa, baile tras baile, guardaba la timidez cada vez mas dentro, los recuerdos, ella, todo quedaba enterrado y esa noche era una persona diferente. Mas guiños de ojos y besos desde la distancia. Poco a poco todas las miradas se centraban en ella, las miradas de reojo se dirigían hacia ella...

Siete de la mañana: La música para de sonar y ella vuelve a ser alguien normal. Hasta la siguiente luna llena... que volverá a ser la reina de las noches.

1 comentario:

  1. Me gusta mucho como describes cada paso que ella hace en toda la noche :)

    ResponderEliminar