lunes, 7 de marzo de 2022

Diario de abordo (XI)

 Día quinientos siete de un mes cualquera del año en que… yoquesequé

Queridos Navegantes de esta locura,

¡No se que pasa!, os prometo que no sé que narices pasa… Yo cería que ya estaba por encima de todas esas cosas, que nada podría ya perturbar mis sueños y mis objetivos, pero derrepente… PUM, PIM, PAN! Y nada más. Llevo pensado semanas en la Isla de la Etrope. ¿Porqué? ¿Porqué a mi que estaba tranquilo? No lo entiendo…

Y ahora os preguntaréis que tiene todo esto que ver con vosotros, pues bien mis grumetes, mis piratas de pacotilla, no puedo hallar norte posible que no tenga que ver con esas estúpidas coordenadas. No puedo dirigir mi brújula a otro destino que no esa ese… Cuando estamos en la bódega bebiendo Ron, no puedo dejar de pensar en la Isla de Etrope… Y aunqué no estoy seguro de hallar ahí tesoro alguno, no puedo dirigirme hacía otro lugar.

Mis grumetes, mis navegantes… no puedo hacer otra cosa, no se que me pasa, como ya he dicho en anteriores veces, hay un nosequé y un queseyó que yoquesé… y no quiero anticiparme y que me pille el Kraken, no quiero despistarme y que conquiste la Isla Juan VII , pero tampoco sé como acercarme a esas fauces que me impiden tocar la ocre arena que rodea la Isla.

Simplemente, cuando me acerco a ella brevemente, en mí, en mi mente… se activa una glandúla, hallada desaparecida, que me deja tonto. Como si fuera burundanga o como si me hubiera bebido doscientos barriles de Ron, me pierdo… Soy el objeto/persona/ser mas feliz del planeta tierra y a la vez el más temeroso. Tengo, a partes iguales, miedo y ganas de ilusionarme. Estoy triste y a la vez contento… ¿Se puede ser más bipolar? Creo que no…

Espero que esto se pase, que sea una racha. Que conquistemos Etrope o no… pero que suceda algo.

Perdido e ilusionado vuestro capitan,

Piter

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